Experiencia y recuerdo



 La complejidad de la experiencia no puede quedar enteramente reflejada si se la mira desde un solo ángulo, entonces, hay que cambiar no sólo el foco sino también espesar la mirada con otras miradas.”

John Berger

Profundizando en mi propio yo – y solamente así- puedo alcanzar la realidad de los demás.”

Ernesto Sábato “Hombres y engranajes. Heterodoxia”

 

Yo había pasado el año anterior dibujando con carboncillo estatuas de escayola con las que aprendí a crear estructuras equilibradas, proporción y medida. Cuando llegué a la Facultad de Bellas Artes lo hacía con muchas expectativas, con muchas preguntas por resolver. Allí encontré fundamentalmente personas.

La Facultad se convertiría en un marco de creación de relaciones, al mismo tiempo que experimentaba cierta noción de desplazamiento y una libertad que se podían traducir como una experiencia de mí mismo y de mi relación con el entorno. Recuerdo jornadas de trabajo interminables movido, tal vez, por la búsqueda de esas respuestas. Durante ese tiempo surgieron muchas preguntas y muchos estímulos que darían lugar a nuevas preguntas.

Después me fui a Inglaterra lo que supuso una ruptura con la dinámica de la Facultad. Literalmente cambié de contexto y esto centró mi atención sobre otras cuestiones como la construcción de la personalidad, la definición del yo, la experiencia de la realidad, mi relación con ella, la relación entre el lenguaje y la realidad…por otro lado se me plantearon cuestiones relativas a la técnica y al lenguaje de la pintura y su relación con el proceso. Mi estancia en el extranjero precipitará una situación que culminará a mi regreso a Granada.

En quinto curso, en pintura, tuvimos que hacer un ejercicio donde cuestionar todo el trabajo realizado hasta entonces, este ejercicio de reflexión me “paralizará” y originará unas cuestiones que se constituirán en punto de arranque.

Mi trabajo en la actualidad se centra en mi experiencia de la realidad y en cómo el recuerdo se convierte en registro de esa experiencia. Intento crear imágenes que se correspondan de alguna manera con ese recuerdo de lo experimentado sin negar la contaminación que se pueda producir en la misma experiencia del proceso, en la obra acaban coincidiendo el recuerdo de lo experimentado con la experiencia de la creación de la imagen, como en una reunión entre el pasado recordado y el presente sucediendo. La obra acaba siendo una reunión espontánea entre el reflejo de lo recordado y el producto de lo experimentado en ese momento.

Esto se materializa desde la pintura, escogida fundamentalmente como un medio que me permite una simultaneidad de imágenes en una especie de “cubismo emocional” y al mismo tiempo por ser ésta una actividad que me produce placer, el placer primitivo de pintar y dibujar. Utilizo la pintura para desenvolverme en el tiempo y el dibujo para hacerlo en el espacio. El dibujo se convierte también en una herramienta para concretar ideas, crear estructuras, definir formas y como dice Nauman en equivalencia a pensar.

Pintura y dibujo cohabitan como por un proceso de decantación en un mismo espacio “juntos pero no revueltos” a favor de un mismo objetivo. Al final la imagen acaba definiéndose en esa oposición, planteando de esta manera otras oposiciones ya clásicas como razón e intuición, emoción y reflexión, etc. interaccionando de forma más o menos sutil.

En la Facultad de Bellas Artes de Granada he conocido a mis mejores amigos, hemos sido compañeros de clase, hemos compartido casa, hemos vivido juntos y hoy en la actualidad todavía lo hacemos y en cualquier ocasión tomando unas cervezas surge una anécdota o alguna conversación que irremediablemente nos lleva de nuevo allí.

En la actualidad reconozco en el último año de carrera el punto de arranque de lo que podría denominar hoy como “mi trabajo”. Al final la Facultad me dio algunas respuestas y muchas más preguntas; otras preguntas.

Preguntas que ocupan hoy mi trabajo.

Texto para el catálogo de la exposición con motivo del XX Aniversario de la Facultad de Bellas Artes de Granada comisariada por D. José Guirao